Esta vez dos pibes caen muertos a manos del policial Estado que ordenó a sus perros de presa el despeje del Puente, la represión.
Y sin escrúpulos, ni compasión su prensa alegó a la impunidad ante la imagen de una vida que aún latía agonizando al desangrar.
El dolor es soportar tanta hipocresía. El dolor es saber que no habrá condena.
Otra vez la reacción machaca desde sus medios la culpa a los caídos entre calumnias esparcidas por quienes colaboran con los asesinos.
Porque saben que son muchos los que gritan los que dirán que ellos está ¡presentes! al levantar banderas en su memoria y en la de tantos que no han muerto en vano.
La convicción es entregar la sangre por los nuestros. La convicción es saber que no negociaremos.
Vidas caen sin opción ni ley… más que salir a luchar Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |
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