Lo alcanza la madrugada arreando el ganado hacia el camión, dando gracias por el nuevo día a los santos que le vendió un estafador.
De esos que con traje y sotana prometen cielos después del sepulcro a cambio de una vida miserable de penitencias y trabajo duro.
“Se hace largo vivir a puro brazo” -como decía aquel cantor- pero para el que tiene sólo brazos y el hambre que obliga a ser peón.
Peón que vive de salarios de más hambre “haciendo patria” para el patrón y así flamean en su pecho los colores de una bandera que nunca lo amparó.
Pasa las horas recorriendo a caballo la estancia de rincón a rincón luego en el puesto algún vino lo acompaña a soportar la tradición. Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |
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