Matando a los farsantes

y débiles discípulos,

en busca de carne fresca

y perversa de mortales,

sin importar en quién crees,

eso lo sé, yo te alcanzo,

es tu mente y el deseo

de servirme lo que me importa.



Muchos siglos luchando

contra otro ser supremo,

como un lobo por su presa,

te buscaré, no te escondas,

el infierno en tus narices te daré,

no tengas miedo,

y mi sangre tu beberás

y te embriagarás de poder.



Fuerza maligna que en mi cuerpo está,

y no quiere salir, embustera,

mis alas extiendo, te van a alcanzar,

no podrás escapar, Ángel del Dolor.



Un cuervo me acompañara

hasta el final del encuentro,

once demonios que pelearán

hasta alcanzar la victoria,

soportaré calor y frío

en la cueva subterránea,

mis guardianes te enfrentarán

en la cancha que tú quieras.



Siempre estaré pendiente

de cualquier desliz que tú tengas,

muchas señales te enviaré

no las ignores o te caerás,

te atacaré sin compasión,

tu sufrirás mi dolor,

cuatro jinetes que cabalgan

buscándote, no lo olvides.

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