No he sabido jamás quien fue mi padre: sólo sé que soy hijo del amor y que un día, al morir, dijo mi madre que era yo su vergüenza y su dolor. He rodado, perdido en el arroyo, en la escuela que educa el malhechor; no he sentido jamás un dulce apoyo ni consigo, del beso, su calor. [Estribillo:] "¡Es un golfo!" - me gritan por la calle; "¡Es un golfo!" - me dicen al pasar y, si grito, me obligan a que calle y si lloro, ¡no me dejan llorar! Una vez unos labios me besaron... Yo no sé qué sentí pasar por mí; sólo sé que unos ojos me miraron y en sus negras pupilas me perdí. He rodado por ella noche y día, evocando su cuerpo junto a mí y yo, incauto, creí que me quería, y por ella a robar pronto aprendí. [Estribillo:] "¡Es un golfo!" - me gritan por la calle; "¡Es un golfo!" - me dicen al pasar y, si grito, me obligan a que calle y si lloro, ¡no me dejan llorar! No he sabido después qué fue de ella, sólo sé que perdí todo su amor y que un día, al salir mi negra estrella, junto a mi sólo hallé negro dolor. He rodado buscando aquellos labios que engañaban mi vida y mi pasión, pues yo quiero aprender, en sus agravios, como parte un puñal el corazón... [Estribillo:] "¡Es un golfo!" - me gritan por la calle; "¡Es un golfo!" - me dicen al pasar y, si grito, me obligan a que calle y si lloro, ¡no me dejan llorar! Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |
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