La vió de luna y de sonrisa, pintó con ella el cielo, asomo de sol. Mojó de lluvia un desierto de piedras, Creció un cielo y un invierno marrón.
Su pelo a contraviento meció eclipses en el manto de su aliento. Cayó de lo alto de una nuebe por ver a qué llamaban miedo, canción... y una botella al mar salió a su encuentro.
Hay quién afirma que lo vieron beber de la fuente prohibida, y habló a solas con un mar de cicatrices. De amor se tiñeron dos labios y un dios más viejo y más cansado, creyó perder la fé mojado entre sus piernas.
Bailó el ruido de unas gotas, curvó la recta con las notas de un ron, mojado de secarle la memoria.
Con la luna de Santiago... Con la luna de Santiago...
Pasó un verano, pasó un otoño demasiado largo cantándole boleros, pasan nietos de los primeros ruegos de soldados.
Pasó esta historia por todas las tabernas y, en mis manos, se convirtió en memoria; ya habrá barcos donde hacer el amor entre sus charcos.
También yo quiero ser estrella como él, pasar noches en vela, volver a despertar carente de su ausencia.
Con la luna de Santiago... Con la luna de Santiago...Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.