En la senda de oscuridad, nuestros movimientos son captados y eternas armas nos apuntan, sedando nuestra resistencia.
Enfermedad del corazón, agotando los esfuerzos.
En efímeras décadas de miseria, implantaron apatía en nuestras venas. Con inconciencia, adormecen mentes, sumiéndonos en desolación.
Envueltos en desesperación, hundidos en lo profundo. Somos el silencio de lo ignorado, sucumbiendo a la ilusión El velo más grande cubre los rostros, que permanecen inmóviles en lamentación.
No le pidas al tiempo, no busques hacia atrás. No le pidas al tiempo huir y escapar. Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |