El fuego se hartó de roer su carne, el acero con su sangre hizo ríos; soportar las bondades del martirio fue perder cuanto quisieron quitarle.
Eco demencial de un grito sin voz, látigo feroz de un credo de paz.
Con su exhausto cuerpo afilan sus garras quienes le obseguiaron tantas esperanzas. La ruina reaviva si memoria amarga: la sangre recuerda, los recuerdos sangran.
A golpes doblaron sus rodillas, y los buitres rasgaron su fé inerte; aceptar las limosnas de su suerte fue arrojar su destino a la desdicha.
Versos de piedad de un poema atroz, noble sumisión de la ingenuidad.
Con su exhausto cuerpo afilan sus garras quienes le obseguiaron tantas esperanzas. La ruina reaviva si memoria amarga: la sangre recuerda, los recuerdos sangran.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.