Como un perro que lame sus heridas lames hoy tu gangrena milenaria; la pasion de tu beso esconde en ansia de ser rey de las cosas que acaricias.
Un verdugo juraría mar la vida en su miedo al destierro de los parias, y así teje tu hocico sus plegarias, y en tus manos sólo hay sangre y cenizas. Y en tus manos sólo hay sangre y cenizas...
Tambalea el reino de tu gloria -con cadáveres hiciste sus cimientos-, y en sus ruinas habitan, como espectros, tus gastados herederos sin memoria.
Tu agudeza y tu gracia se marchitan, agoniza tu estirpe de cobardes, mas tus venas aun no han de secarse pues se ceban con las vidas que rapiñas. Y en tus manos sólo hay sangre y cenizas...
Sobrevives ya casi sin aliento de un pasado que supo ser tu gozo; aunque fresco haya sido delicioso, todo fruto se pudre con el tiempo.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.