¿Qué es lo último que te puedo suplicar?
Antes de que mis ojos me puedan revelar la verdad
Y dejar de pensar con el corazón, dando paso a la razón
Esta flecha pierde poder, ahora duele al atravesar el corazón

No quiero ver tus ojos porque me harían caer de rodillas otra vez
Si esta vez no me levanto esta lealtad a ti es la peor enfermedad
Y por más que deje de ser tu esclavo en el jardín del olvido no te podré dejar
No te pido nada de regreso, sólo déjame alzar la bandera blanca ante el mar

Aún así juro que hiciste mucho por mí
Me enseñaste más de lo que pudiste aprender
Deformaste el trágico réquiem que sonaba en mí sin razón
En la más dulce sinfonía dentro de mi corazón

(Cielo. Rojo. Cielo rojo. Odio el rojo. Agua que fluye.
Sangre, el olor de la sangre. Una mujer que no sangra.
Los humanos somos de tierra roja, los humanos somo hechos por un hombre y una mujer.
Ciudad, algo construido por el hombre.
Eva, algo construido por el hombre.
Qué es el hombre? Algo hecho por Dios.
El hombre es algo hecho por el hombre.
Las cosas que poseo son mi corazón y mi alma,
el vehículo del alma, la cápsula, el trono del alma.
Quién es ella? Ella soy yo. Quien soy yo?
quien soy yo? quien soy yo? quien soy yo?
Yo soy yo. Este objeto soy yo. La forma que me forma, mi yo visible.
Pero se siente como si no fuera yo.
Es extraño. Mi cuerpo se disuelve. Ya no me veo.
Quién está ahí?, quien eres tú? quien eres tú? quien eres tu?)

Pero no una vez más
Este es mi momento para poder saber
Si otra flecha espera por mí, y al fin
No sé como pudiste arrancar la tuya de mí

Admito la derrota y doy la vuelta atrás
Admito haber perdido cuando me encontraste a mí
El cuento se separa en dos ante el mar
Nunca podremos ser los dos otra vez en la misma página
Deséame buenas noches para poder descansar
Y avanzar mar adentro en la triste soledad

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